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"Había una vez una gata, que trabajo no encontraba, quería ser bailarina, pero el cuerpo no le daba, y así fue que descubrió su vocación verdadera y entonces se convirtió: en una gata cualquiera."
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Única canción que me cantaba mi padre de pequeña. Pero no era con una gata, sino con una vaca. Y no se convertía en una vaca cualquiera, sino en una vaca lechera.
Bueno, es mejor ser cualquiera que lechera, supongo.

2 comentarios:

CarolinaRivera dijo...

Bueno, lo de la leche condensada es una gran cosa... pero sin duda aplicaba más el gatito :) Lovit!

Anónimo dijo...

Que booonittoo! me estas dejando...pasmada, me habia reido con tus ilustraciones pero no habia visto tus primeros trabajos ( o por lo menos los primeros que en este blog tienes colgados) me encantan todos, desde la evolución de la niña volátil, la gata cualquiera, el oscuro 2008..todos!! eres para mi humilde opinión que nada tiene q ver mi vida con el mundo creativo, bueniiisiiima. (sigo con cara pasamada)
Vero