·2008·

Ahora estoy recordando el momento que hice esta ilustración. Llovía, eran muchos ya los días que no paraba de caer agua, hacía frío (al menos yo lo sentía). No sé que pasaba pero estaba obsesionada con los pájaros. Tenía ya muchos en mi cabeza. Podía pasarme horas sin levantar la mano del papel, intentando plasmar todos los detallitos que venían. Tampoco levantaba la vista. Y así es como en aquel momento nublado me imaginé el sonido del canto de un pájaro. Hoy, seguramente ese sonido tendría color, y sería mas limpio, a lo mejor.

1 comentario:

Ariz dijo...

Qué mágico, che. Cuando los dibujos aparecen en la mente y uno no se pone a hacer otra cosa que dejarlos salir. Debería hacerme un blog. Debería seguirte mas de cerca, asi me inspirás! Te felicito, es genial lo que haces! Saludos!!